Cáncer: características de su forma de ser y actuar

La Luna, regente de Cáncer, influye decididamente en su conducta. Es una criatura emocional por naturaleza, parece tímido y retraído; está hecho de sentimientos delicados, amor romántico y mucha necesidad de atención a sus requerimientos emocionales. Es de los que actúan solo cuando tienen la plena certeza de que ganarán. Es muy difícil para un Cáncer hacer nuevos amigos, pero cuando lo ha conseguido, suele colmarlos de cariño y atenciones. Ama y cuida con recelo el núcleo familiar en el que vive inmerso, implicándose activamente en la protección de cada integrante, brindándoles amor y un agradable calor de hogar.

Un caparazón para cuidarlos a todos

Sabido es que las personas de signo Cáncer suelen permanecer en la seguridad de su caparazón. Cuando la necesidad los impulsa a salir, los hace moverse con prisas, procurando concentrarse en las razones por las que abandona su caparazón. Una vez de regreso, procurará mantener el mayor número de integrantes de su familia dentro del resguardo del hogar.

Puesto que sus estados de ánimo son variables, suelen ser confundidos con amargados y cascarrabias o con melodramáticos desbordados. Si existe un trastorno para ellos no es el bipolar sino el multipolar. Pueden abarcar el arcoíris de emociones, transitando por todas y cada una de sus francas, hasta discurrir hacia el otro extremo. Cuando tienen la mala suerte de establecer una relación con signos que no pueden valorar la profundidad de sus emociones, suelen sufrir mucho.

La mejor forma de describir a una persona de Cáncer

Para un experto en personas, el rostro de un Cáncer es un libro abierto; se puede observar en sus facciones, sin ningún esfuerzo, todos los cambios por los que atraviesan sus estados de humor. No suele entablar disputas o pleitos con otras personas, es de los que aprovechan la mínima oportunidad para escurrirse y regresar a la seguridad del hogar. No obstante, existen circunstancias capaces de hacerles afilar las uñas y hacerles entrar en modo de combate.

Cuando alguien agrede a un miembro de su familia suele lanzarse con furibundos bufidos, olvidándose que no tiene las aptitudes físicas para enfrentar a otros. Una vez terminada su lucha por restablecer la dignidad de su familia, retorna a su caparazón, cierra la puerta y permanece en el interior, junto a la chimenea o preparando manjares en la cocina durante una larga temporada.

Una particularidad de la persona de signo Cáncer es que no consigue encontrar esa seguridad que tanta falta le hace. A veces, busca en el dinero, en los objetos materiales, en los amigos más cercanos, en su familia o en las gruesas paredes de su hogar, esa seguridad que a fin de cuentas no consigue hallar. Lo que suele olvidar es que no podrá encontrar en el exterior aquello que no nace de su propio interior; si Cáncer consigue comprender esto, podrá conectar con la seguridad que tanta falta le hace. Debido a esta sensación de incertidumbre que atenaza a Cáncer constantemente, acostumbra guardar pan para mayo, algún dinero oculto que le podría sacar de más de un apuro.