CÓMO CONVIVIR CON UN SAGITARIO Y NO MORIR EN EL INTENTO

En el curso de nuestra historia personal habrá siempre ocasiones en que un Sagitario aparezca en nuestro camino, para bien o para mal, es algo que ya ha ocurrido y no dejará de suceder. Lo importante entonces es estar preparados para saber cómo lidiar con las particularidades que nos presenta un nacido bajo este signo solar.

COMPRENDIENDO A UN SAGITARIO

No encierra mayor misterio, de seguro ya habrás tenido algunos roces con alguno y habrá arrancado de tus ojos más de un brillo de indignación, lo mismo que de satisfacción. Es que ellos son así; con la más inmaculada franqueza pueden halagarte hasta hacerte ascender a los más altos cielos; para, a continuación, con la misma candidez de niño, nublarte de enojos ese momento ideal.

¡No!, no es necesario que almacenes rencores en contra de ellos, sus comentarios negativos no se deben a su mala intención sino a su torpeza de palabra. Conservan ese niño interior, capaz de endulzarte los minutos con comentarios acerca de lo bien que te sienta tal o cual accesorio, expresado siempre con sinceridad; mientras, al mismo tiempo pueden emitir un comentario tan negativo de tu aspecto físico, sin haber sido, de ninguna manera, su intención el ofenderte.

Cuando, luego de un vehemente esfuerzo, consigan dar con la razón de tu frialdad y tu actitud esquiva, intentarán explicarte lo que en realidad han querido decir, enredándose más en sus propias palabras y muy probablemente, empeorándolo todo. Es mejor atender a su buena intención, a su carácter genuino, a su sinceridad y no a su torpeza comunicativa. Así evitarás malos ratos cuando te relaciones con ellos.

Pueden, pues, parecer tontos a tus ojos, pero en realidad son personas con mentes muy agudas, además de poseer una memoria realmente envidiable. Físicamente son de complexión atlética, amantes de los riesgos; lo que más de una vez los llevará a estar en serio peligro de muerte. Ten cuidado de mantener los límites de tu entusiasmo cuando estés junto a ellos o podrían arrastrarte hacia un acto temerario del que probablemente tardarás en recuperarte.

LO MISMO EN OTRO ESCENARIO

La implacable sed de aventuras de un Sagitario le lleva a adentrarse con igual entusiasmo en un emocionante safari, la cacería de corazones. Saben aprovechar oportunidades amorosas, a las que se entregan por completo, sin medir consecuencias, apostando todo lo que tienen. Darán la impresión de no tener límites en su cometido hasta que sus parejas pronuncian una palabra mágica, formalización. Entonces abrillantarán sus flechas y apuntarán hacia un nuevo objetivo.

¿Y EN CUANTO A SU MANERA DE SER?

Padece la enfermedad del optimismo, en sus valoraciones sobreestima en exceso los aspectos positivos de una causa, es un idealista;  se sujeta con fervor a la grandeza de sus objetivos. Una de sus características más notorias de Sagitario es su libertinaje, su inclinación hacia el hedonismo, a desatar sus pasiones y abandonarse sin riendas a disfrutar al máximo de lo que para él es una aventura.

Esto le lleva a irritarse con facilidad, vulnerable a caer en espirales de dependencia, drogas, alcohol, obesidad, sexo. Debes mantener la cabeza fría cuando entables relación con un Sagitario, al igual que los nacidos bajo otros signos solares, necesita ser encaminado de cierto modo para poder disfrutar de su compañía.