Géminis: exploremos sus fortalezas y debilidades

El ser geminiano es dual, llega a ser tan cambiante que puede incluso mostrar todas las facetas del ser humano. Su carácter se disemina por las sombras de la complejidad; es muy difícil ponerle cotas, se desparrama como grano que se cuela por una hendidura abierta. Es muy conocido por su versatilidad, por su inteligencia portentosa; con las que resuelve situaciones difíciles en menos de lo que dura un pestañeo. A veces es mejor no creer o que brota de su lengua; muchas de esas palabras, hábilmente entrelazadas como sonetos que se desmadejan en los tímpanos, traen consigo el cáncer de la contradicción, del embuste descarado, sin medidas.

Las virtudes más salientes de Géminis

Las personas de Géminis son atraídas por los hechos inusuales; se les verá pululando en los derredores de un acontecimiento misterioso. Nada les atrae más que el desafío de algo que todavía no se sabe bien qué es. Sí, son curiosos y alegres. Les encanta abrirse a los demás y entablar una conversación productiva, en la que rueden ideas interesantes. Son capaces de adaptarse a las circunstancias más inusuales; pocas veces se dejan sorprender por algo para lo cual no estaban preparados. Son tiernos y amables. Pese a estar en un conflicto interno interminable, que no necesariamente debe interpretarse como algo negativo, desarrollan la capacidad de ofrecer palabras de paz a quienes tan urgentemente lo necesitan.

Pueden resolver problemas que a otros podrían rondarles la cabeza durante un tiempo muy prolongado. Van de una actividad a otra, tratando de emplear sus buenas neuronas en algo que pueda satisfacer su espíritu de indagación. Son buenos dando discursos porque enganchan rápidamente a quienes los oyen. Sus argumentos son tan sensatos en el instante en que se le oye, que casi nadie evitará lanzar un animado grito de aprobación. Pueden abordar varios temas simultáneamente, como si su concentración se distribuyera en la misma intensidad a cada uno de ellos.

Hablemos de sus mayores defectos

Puesto que las personas de géminis marchan de un lado a otro con suma rapidez, sin parar casi nunca, gastan mucha de su energía vital. Debido a ese enfrentamiento interno, suelen no mantenerse firmes ante sus promesas; por el contrario, lo común es que las olviden al momento de haberlas realizado. No son constantes en lo que hacen y tampoco en las posturas que sostienen. Si durante un rato apoyan un punto de vista con la vehemencia del extremista más fervoroso, pueden en segundos cambiar de posición y apoyar con la misma pasión el punto de vista contrario.

No son personas de una sola pareja, suelen crear conflictos por temas amorosos, infidelidades destapadas o dudas en cuanto a formalizar sus relaciones afectivas. Ante situaciones de calma extrema, en las que los hechos discurren con demasiada pausa, suelen sentirse incómodos, como si el mundo se hubiera ralentizado mientras ellos emprendían una carrera desenfrenada. A veces se los ve nerviosos, modificando su conducta instante a instante, sin poder calmar sus pensamientos. Si bien es cierto que pueden mantener la concentración en varios asuntos simultáneos, es más frecuente verlos despistados en el propio laberinto que han construido.